STRINGYLOIDES
Identificación
Hospedadores
De las varias especies de este género de nematodo gastrointestinal, Strongyloides papillosus infecta a bovinos, ovinos, caprinos y otros rumiantes en todo el mundo. Abunda en regiones cálidas y húmedas. Strongyloides ransomi infecta a porcinos en todo el mundo, especialmente en regiones cálidas.
Localización del parasito
El órgano predilecto es el intestino delgado; se pueden hallar estadios inmaduros de modo transitorio en piel, sangre, pulmones, en incluso en las ubres.
Biología y ciclo vital del parasito
S. papillosus tiene un ciclo vital especial. En el intestino del hospedador, las hembras partenogenéticas (es decir, que producen huevos que se desarrollan sin necesidad de ser fecundados por un macho) producen huevos que empiezan a desarrollarse antes de alcanzar las heces. Fuera del hospedador estas larvas eclosionan y completan su desarrollo a larvas infectivas del estadio III en uno o dos días. Pueden sobrevivir hasta 4 meses fuera del hospedador. Estas larvas penetran en el hospedador a través de la piel o con la hierba.
Strongyloides puede transmitirse a las crías a través de le leche materna.
En bovinos, una vez en el interior, las larvas emigran a los pulmones a través de los vasos sanguíneos. En los pulmones atraviesan los alvéolos, mediante la tos llegan a la cavidad bucal, son tragadas y finalmente alcanzan el intestino donde se introducen en la mucosa y se desarrollan a adultos, unos 9 días tras la infección. Las larvas infectivas pueden llegar a las ubres a través del flujo sanguíneo, y de allí infectar a crías en lactación. También pueden atravesar la placenta e infectar al embrión antes del parto. En ovinos, las larvas se establecen de ordinario directamente en el intestino.
Además de este ciclo partenogenético (homogónico), las hembras adultas pueden poner huevos que producen otro tipo de larvas que en el exterior se desarrollan a adultos machos o hembras (ciclo heterogónico). Los huevos fertilizados de esta población se desarrollan a larvas infectivas que ingerirá el hospedador.
El ciclo de S. ransomi de los cerdos es muy similar. Las cerdas de cría pueden estar infectadas con larvas hipobióticas establecidas en el tejido graso. La gestación y el parto estimulan la emergencia de dichas larvas que pueden infectar a los lechones a través del calostro. En sólo una semana tras el parto los lechones pueden ya expulsar huevos con las heces que se desarrollan a larvas infectivas en sólo 24 horas
Daño causado por el parasito
S. papillosus perjudica sobre todo a bovinos jóvenes de 1 a 6 meses de edad. Los pulmones sufren por la infección de larvas inmaduras migratorias, que pueden a su vez causar infecciones con bacterias secundarias. En bovinos, ovinos y caprinos, las larvas dañan también la pared intestinal. Esto provoca graves inflamaciones (enteritis) y diarrea que puede ser sanguínea, pérdida de apetito, fuerte pérdida de peso e incluso la muerte de animales fuertemente infectados. También pueden darse grave dermatitis debida a las larvas que atraviesan la piel, con fuerte picor, especialmente en las patas.
Los lechones son los que más riesgo corren de sufrir daños por S. ransomi.
S. ransomi puede ser especialmente dañino para lechones. Infecciones masivas producen diarrea sanguínea, anemia e incluso muertes repentinas. Durante la fase migratoria se pueden observar tos, dolor abdominal y vómitos.
Importancia económica
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Síntomas
En bovinos, las infecciones de S. papillosus pueden causar tos, disnea, fiebre y neumonía (la fase migratoria de las larvas). Tanto en bovinos como en ovinos y caprinos puede darse también enteritis, diarrea sangrienta intermitente, anemia, pérdida de apetito y debilitación.
En porcinos, las larvas de S. ransomi pueden causar también tos, dolor abdominal y vómitos.
La identificación de pequeños huevos, ya embrionados en las heces puede confirmar el diagnóstico. En heces ya no frescas pueden hallarse pequeñas larvas (de unas 600 micras de longitud).
Control biológico
Este helminto, que es muy común y se multiplica muy rápidamente en regiones cálidas, afecta sobre todo al ganado joven (en bovinos hasta los 6 meses). Por ello, las medidas preventivas deben apuntar a proteger especialmente a ese ganado. No hay que olvidar que la infección del ganado ocurre a través de la piel pero también por el calostro de la madre. Además, también pueden darse infecciones prenatales, pues las larvas son capaces de atravesar la placenta materna y alcanzar al embrión. Por lo tanto, el ganado preñado y en lactación también necesita protección.
Entre las medidas específicas posibles se incluyen la limpieza y desinfección de los establos y boxes del ganado joven, y mantenerlo en ambiente seco y limpio para evitar la infección a través de la piel. También es importante eliminar la excesiva humedad de los pastos, pues favorece la infección a través de la piel.
Control químico
Varios benzimidazoles (p.ej. albendazol, fenbendazol, oxfendazol, febantel) son eficaces contra adultos y larvas de Strongyloides. Otros productos como levamisol y mebendazol no ofrecen un control suficiente de los estadios inmaduros.
Entre los endectocidas, doramectina, ivermectina y moxidectina controlan los gusanos adultos pero no los estadios inmaduros.
TRICHOSTRONGYLUS
Identificación
Hospedadores
Dentro de este género de nematodos gastrointestinales, Trichostrongylus colubriformis, Trichostrongylus axei y otras especies menos frecuentes (p.ej. Trichostrongylus probolurus, Trichostringylus vitrinus, etc.) infectan a menudo a bovinos, ovinos, caprinos y otros rumiantes en todo el mundo, casi siempre en infecciones mixtas con otros nematodos gastrointestinales (p.ej. Ostertagia, Cooperia, Haemonchus, etc.). La enfermedad causada por la infección con estos helmintos se denomina trichostrongilosis.
Localización del parasito
El órgano predilecto de la mayoría de especies de este género es el intestino delgado. El de T. axei es el estómago (cuajar), esporádicamente se les encuentra también en el intestino delgado
Biología y ciclo vital del parasito
Daño causado por el parasito
Importancia económica
Síntomas
Control biológico
Control químico
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